Al desarrollar una estrategia digital lo primero que hay que entender es que todo lo que se proponga terminará siendo parte de la estrategia del negocio. Y como tal, debemos partir de un concepto simple de estrategia, donde es vital tener un objetivo claro y en base a eso desarrollar los lineamientos que nos llevarán a su cumplimiento de forma innovadora.
Entendiendo que los objetivos del negocio están claros, FAN Agency recomienda que antes de esbozar las acciones necesitamos entender a profundidad 3 puntos claves: la audiencia, la marca y la medición. Solo así, habiendo profundizado en cada uno de ellos, podremos encontrar insights que nos lleven a definir una estrategia digital coherente.
La audiencia
Necesitamos conocer muy bien a nuestro consumidor desde diferentes frentes. No solamente enfocarnos en la información que involucra a nuestro producto o categoría, sino tener un vistazo general de ese segmento en específico. Las definiciones demográficas y psicográficas son los puntos de partida para tener definido nuestro segmento y a partir de ahí, comenzamos con la búsqueda de información sobre el comportamiento de estas personas. Conocer su ambiente, gusto, estilo de vida e incluso motivaciones.
Es importante entender también cómo estos usuarios consumen los medios digitales, ya que finalmente serán estos los canales por donde nos comunicaremos con ellos. Ahora, una vez que se logra recopilar toda esta información y construir los diferentes perfiles de nuestra audiencia, necesitamos tener claro cómo activarla, a través de qué medios, con qué plataformas y con qué proveedores.
La marca
Tener definida la marca parece tarea fácil, ya que se creería que no hay nadie mejor quien la conozca que la misma empresa dueña de ella. Sin embargo, no siempre la idea que tiene la empresa refleja el posicionamiento de la marca en la mente de los consumidores. Es en este punto donde se debe profundizar desde un frente externo, ya que para entender a la marca hay que hacerlo desde el punto de vista de nuestra audiencia, recolectando información que nos permita saber cuantos la conocen, la consideran, la han probado alguna vez, varias veces o incluso recomendado.
Se puede realizar trabajo de campo para poder levantar toda la información que nos permita completar este análisis o utilizar recursos únicamente digitales. Por ejemplo entender cuánta gente busca nuestra marca en Google, qué tan relevantes son nuestras comunicaciones en redes sociales, cuáles son los niveles engagement e incluso saber si lo que dicen sobre nuestra marca es negativo, positivo o neutro.
Entender dónde está nuestra marca hoy nos ayudará a definir un mix de medios digitales ideal y poner foco en los medios que más se necesitan desarrollar, ya sea medios propios, medios pagados, medios ganados o medios compartidos (OSEP).
La medición
Sin resultados medibles y comparables no podemos saber si la estrategia digital tuvo éxito, aquí es donde la inversión publicitaria se vuelve en un gasto de ventas. Conocer el mercado es saber tanto de tus competidores como de tu propia empresa y sólo así podremos definir objetivos específicos, medibles, alcanzables y realizables en un periodo de tiempo (SMART).
En este punto tenemos que identificar las cosas en común que tienen todas las empresas de la categoría, para entender en qué contexto se encuentra, de dónde viene y hacia dónde se dirige. Solo con esta información clara podremos ver donde se ubica nuestra marca con respecto a las demás. Saber dónde estamos parados nos permite dimensionar las aspiraciones del negocio y con eso se pueden definir los objetivos tanto comerciales como los digitales.
Finalmente, de cada acción realizada, debemos concluir la investigación con insights o hechos concretos para cada uno. Ideal que sea información que no se deduzca a simple vista y que sean verdades absolutas sobre el consumidor, marca y mercado. En base a estos insights es que iniciamos el proceso estratégico, definiendo las acciones más coherentes para lograr nuestros objetivos considerando lo que ya conocemos de nuestro ecosistema.