En el mundo de la publicidad digital, las cookies de terceros han sido durante mucho tiempo la forma principal en que los anunciantes y publishers han obtenido datos sobre la audiencia. Sin embargo, la eliminación gradual de las cookies de terceros por parte de los navegadores web está cambiando el panorama de la publicidad digital, lo que hace que los publishers busquen nuevas formas de obtener datos valiosos sobre su audiencia.
Es aquí donde entra en juego el first-party data. El first-party data son los datos que los publishers recopilan directamente de sus propios sitios web y aplicaciones móviles. Estos datos incluyen información como el comportamiento del usuario en el sitio web, las preferencias de contenido y las interacciones con la marca.
Con el first-party data, los publishers pueden obtener una visión más completa de su audiencia y utilizar esta información para ofrecer publicidad más relevante y personalizada. Por ejemplo, si un usuario visita un sitio web de deportes y lee artículos sobre fútbol, el publisher puede utilizar esta información para mostrar anuncios de fútbol específicos en el futuro.
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Además, el first-party data también puede ayudar a los publishers a mantenerse relevantes y competitivos en la era post-cookie. Al tener acceso a datos de primera mano sobre su audiencia, los publishers pueden reducir su dependencia de las cookies de terceros y mantener el control de sus propios datos.
Desafíos de la aplicación del first-party data
El cambio hacia el first-party data no es sin desafíos. Los publishers deben ser transparentes con los usuarios sobre la información que están recopilando y cómo se está utilizando. Además, deben asegurarse de que sus prácticas de recopilación de datos estén en línea con las regulaciones de privacidad de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la UE.
El cambio hacia el cookieless está cambiando la forma en que los publishers obtienen y utilizan datos sobre su audiencia. El first-party data ofrece una solución valiosa para los publishers que buscan mantenerse relevantes y competitivos en la era post-cookie, pero también requiere una mayor responsabilidad y transparencia en cuanto a la recopilación y uso de datos de los usuarios.